La vida tiene fiebre de abandono,
la muerte está de moda y tiene prensa;
la vida es una ramera indispuesta,
la muerte, un moribundo con insomnio.
La Patria, hogar agrio hogar,
la Biblia, Best Seller de los pobres,
los besos, pastillas para el hambre,
un sable de roble para asar.
La música, un aroma que nos cubre,
las palabras, fragancia para el alma;
el tiempo, un soldado en medivachas,
nosotros, nuestro enemigo más inmune.
El amor es un virus elegante,
un caníbal con dolores de muela,
el odio, una maestra en penitencia,
un salto con los pies hacia adelante.
1 comentario:
Qué tal? Otra vez yo. Escribo esto para recordarle al mundo que existo. O lo escribo para ser Uno con los que comparten mi opinión y sentirme, por lo tanto, menos solo. O lo escribo, quizás, porque me falte agonía para prender un cigarrillo con el culo. O porque ya no sé qué carajo hacer con lo que tengo adentro. O lo escribo para hacer la realidad más inteligible. O simplemente lo hago porque estoy al pedo. O porque necesito investigar mi inconciente escribiendo, primero, al azar, automáticamente, para leerlo, a continuación, con las neuronas que uso para decir que tengo ganas de irme al carajo por la 66. Y, simplificando, podrían decirse tres cosas: soledad, miedo, ansiedad. Pero simplificando más quedaría sólo el miedo... Para el cual hay que estar al pedo.
Gonzalo
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