golpeando vulnerabilidades
luciendo sus heridas en la tarde
que cerró sus ojos de diamante…
y sus cristales salpicaron
mi traje de carne gris...
sexy como la espina de una flor,
música que duerme entre estallidos...
Subversiva flor de belleza
ingobernable,
distancia imperdonable
entre sueños y verdades…
y certezas mutiladas
por el filo de una lágrima nocturna
Avasallante,
como un disfraz distorsionado
labios genocidas de ansiedades
besan el cristal que me separan
de su amor promiscuo
e inalcanzable
30 de Abril de 2008
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