sábado, 25 de agosto de 2007

NOSOTROS





Somos importantes
al regar las flores muertas de lo inútil,
al hacer del desvarío una costumbre,
al romper con la rutina del olvido.

Somos importantes
porque odiamos, por amor, a lo perdido,
y conservamos la aptitud para el asombro,
la inocencia y emociones arriesgadas.

Somos importantes
si en mitad de la agonía sonreímos,
si a pesar del sexto puesto festejamos
porque fuimos ciento veinte concursantes.

Somos importantes
a la hora de elegir la compañía,
al minuto de crecer a nuestro antojo,
al segundo de obsequiar lo acumulado.

Somos importantes
por vivir, sobrevivir y soportarnos,
por creer aún en revoluciones;
políticas, cristianas, coronarias…


Somos importantes
al poner nerviosa a la autoridad,
al hacer dudar a quienes nos superan,
al sacar las vendas hasta al más ciego.

Somos importantes
divorciándonos de la frivolidad,
inventándonos el mundo que nos gusta,
militando en el Partido del Amor.

Somos importantes
antes que ignorantes o eruditos,
antes que lúmpenes o artistas,
antes que hijos de Dios o del Papado.

Somos importantes
si el abrazo es nuestra forma de abrigarnos,
si al besar damos aliento de futuro,
si al coger damos pasión de principiantes.

Somos importantes
cuando al 13 le apostamos Todo o Nada,
y rompiendo mil espejos nos subimos
vestidos de amarillo al escenario.

Somos importantes,
al negarnos comercializar los sueños,
al tener siempre el Sí fácil a la vida,
al dejar plantada en bares a la muerte.

Somos importantes,
porque estamos fabricados de esperanza,
porque estamos reforzados con memoria,
porque estamos programados para amarnos.

(Se incluye en "Ansiosas teorías sobre el Hambre", mi cuarto y nuevo libro en gestación.)

24 de Diciembre de 2006