sábado, 10 de noviembre de 2007

PayAso MaLdiTo

Las niñas que juegan a la ronda
y se marean, vomitan y se enferman,
y manchan con rouge las servilletas
y lloran cuando mueren sus mascotas
son mis preferidas, che, qué hermosura;
merecen monumentos de ricota.

Los niños que se orinan en la cama
y ponen un barquito en cada charco,
y rompen con pelotas las ventanas
y también las pelotas del cansancio
son mis favoritos, che, qué dulzura;
merecen un helado de pescado.

Las púbers que fuman en el baño
a escondidas de sus autoridades
y enrrollan sus polleras de combate
y descubren que el amor es un sarcasmo
son mis preferidas, che, qué desastre
de hormonas que laburan sin descanso.

Los púbers que me olvidan a menudo
y estudian el canal codificado
haciendo malavares con la vista
y pierden de vista sus estudios
y aprenden, más que amor, sobre pecados
son también mi preferencia, qué delicia;
merecen que el acné los engalane…

Ellos me decoran los sesenta
más que mi tristeza maquillada,
y a este corazón melanculiado
por las generaciones que he perdido.

Los tengo de reenes en mi circo
haciéndoles reír a los leones;
los alimento a puro Videojuegos,
los castigo con libros en la nuca.

7 de Noviembre de 2005